La nube es mucho más que una tecnología: es la base sobre la cual se apoya el futuro de las organizaciones. Por eso, la adopción y migración debe estar incluida en un roadmap de modernización de TI que considere los desafíos del negocio, la experiencia del usuario y las necesidades tecnológicas, entre otras muchas dimensiones adicionales como son la seguridad, la cultura organizacional y gestión del cambio.
El reciente estudio Cloud en Latinoamérica 2023, llevado a cabo de manera conjunta por NTT DATA y MIT Technology Review en español, da cuenta de un enorme nivel de adopción de la nube en la región (el 98% de las empresas ya la adoptó). Las organizaciones pueden utilizar este informe para profundizar las lecciones aprendidas y como una brújula para entender las tendencias y descubrir cómo dar los siguientes pasos y alcanzar mayores niveles de madurez.
Y si bien la planificación es uno de los pilares para alcanzar este objetivo, el otro es contemplar una landing zone junto con una plataforma de ingeniería (Engineering Platform): una arquitectura que contemple todos los aspectos fundacionales de infraestructura y plataforma de nube para hacerlos repetibles, mantenerlos bajo control, asegurar la consistencia y acelerar el despliegue de nuevos servicios. La landing zone contempla los estándares de seguridad y conectividad, y debe ir acompañada de una Engineering Platform con las mejores prácticas embebidas y automatizadas, y un catálogo de servicios que define, hacia toda la organización, cuáles son los usos más adecuados que se le puede dar a la nube.
Los beneficios de un buen gobierno
Desde el punto de vista del negocio, esto aporta numerosos beneficios. Pondremos el foco en tres que resultan esenciales. El primero, que aísla al usuario de la complejidad técnica. Bastará pulsar un botón para habilitar una nueva funcionalidad. El segundo, que permite gestionar el total del panorama de nube y asegurar que todos los recursos cloud que se consumen están perfectamente gobernados, con eficiencia y control de costos. O, dicho de otra manera, se minimiza el riesgo de recibir esas facturas “sorpresa” impagables por servicios contratados sin mucho análisis previo. El tercero: la tranquilidad de saber que todo lo que se está haciendo sobre cloud está alineado con el propósito del negocio. Por todo esto, resulta esencial que estos fundacionales sean definidos por un equipo experto. En un mercado en el que los perfiles de talento vinculados a la nube suelen ser escasos, el acompañamiento de un socio estratégico puede ser clave para alcanzar los resultados esperados.
La transición de un cloud “desgobernado” a un modelo ordenado debe comenzar con un traspaso, caso por caso, de los usos que ya se estaban dando, de acuerdo con las prioridades comerciales, iniciando por las aplicaciones críticas. Por ejemplo, si el 80% de los clientes de una empresa pasa por el canal digital, quizá sea el primer punto para analizar cuánto consumo genera y qué tan resiliente, seguro y estable resulta. Así, es imprescindible evaluar cada aplicación desde su situación actual, las potenciales necesidades futuras y la forma en que mantienen competitiva a la organización. Un sistema heredado que tiene poco uso tal vez pueda migrarse a la nube tal cual está. Pero una aplicación digital, que tiene como objetivo enamorar a los clientes y brindarles la mejor experiencia posible, debe capitalizar todos los beneficios y la flexibilidad del modelo cloud: la escalabilidad, la velocidad o la innovación de la inteligencia artificial generativa.
Modernización continua
La modernización es un plan vivo, un viaje continuo: cuando se termine de analizar y transformar la última de las aplicaciones, seguramente habrá que volver a poner el foco en aquellas que habían pasado primero por ese mismo camino.
Si bien predominan las estructuras híbridas, muchas organizaciones tienen la mira en un esquema cloud only: una decisión acertada que seguramente tome mucho tiempo para las organizaciones establecidas y el camino más elegido por los nuevos negocios digitales. De hecho, es impensable el uso de infraestructuras on premise para aplicaciones de tecnologías emergentes, incluyendo, por supuesto, la inteligencia artificial (IA). ¿Por qué atravesar implementaciones costosas, largas y llenas de riesgos si se puede comenzar a obtener beneficios de inmediato? Por esto, se estima que la IA generativa, que tuvo su explosión durante 2023, será otro acelerador de la adopción de cloud.
En conclusión, podemos indicar que las organizaciones de la región están volcadas al uso de cloud y están invirtiendo para mejorar en términos de madurez. La adopción en algunos casos está por delante de la de estados unidos y de países europeos, teniendo casos de organizaciones sostenibles by design y only cloud. Continuar ganando en madurez es sinónimo de generar mayor desarrollo económico para la región. La innovación vive en la nube. La nube es la base y el corazón del futuro.