Tecnologías emergentes: Latinoamérica y la oportunidad de capitalizar sus fortalezas | NTT DATA

ju., 22 diciembre 2022

Tecnologías emergentes: Latinoamérica y la oportunidad de capitalizar sus fortalezas

No se trata solo de un número, sino de una oportunidad sin precedentes: un estudio de Harvard Business Review Analytics Services patrocinado por NTT DATA detectó que el 90% de las empresas latinoamericanas están dispuestas a reforzar sus inversiones en tecnologías emergentes durante los próximos doce meses.

Si esto se combinara con un cambio en el mindset cultural para que las organizaciones de la región pongan estas innovaciones y el conocimiento de sus negocios al servicio de desarrollar los países y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, estaríamos hablando de una nueva era para Latinoamérica. Pues bien, el informe nos deja otra pista para ser optimistas: el 86% entiende que es esencial desarrollar una cultura corporativa apoyada en la innovación.Los recursos abundan en nuestros países: contamos algunas de las principales reservas mundiales de litio, cobre y petróleo, con los máximos reservorios de agua del planeta, con las condiciones climáticas para apostar por las energías renovables, con una capacidad gigantesca para producir alimentos -y el escenario bélico en Ucrania nos muestra que están a punto de cambiar tanto la matriz energética global como el ecosistema de alimentación del mundo- y, lo fundamental, con un talento extraordinario (aunque todavía escaso). A esto debemos sumar que la infraestructura digital de Latinoamérica se está volviendo cada vez más robusta, sólida y confiable.

Sin embargo, quedan por delante muchos desafíos en términos de estabilidad económica, competitividad, crecimiento y desigualdad social.

Oportunidades emergentes

Las tecnologías emergentes juegan aquí un papel clave: nos permiten capitalizar recursos, gestionar los riesgos y crear oportunidades. Los tiempos en que una herramienta informática se implementaba con el objetivo único de bajar costos hoy nos resultan prehistóricos: la principal preocupación de los ejecutivos de la región, según lo demuestra este informe, es atacar uno de los problemas que más ha afectado al desarrollo de las empresas en la región: la mitad de los encuestados afirmó que busca con las tecnologías emergentes aumentar la productividad.

 

Pero también son la llave para acceder a mercados globales, ganar eficiencias a través de la automatización, generar experiencias únicas para clientes y colaboradores o apuntalar estrategias de sostenibilidad. Por ejemplo, la robótica avanzada minimiza al extremo las tareas manuales, las actividades duplicadas o los errores humanos. La inteligencia artificial, por su parte, nos permite entender y predecir escenarios en un mundo que cambia vertiginosamente. Apenas dos ejemplos que podrían multiplicarse con los casos de uso que proponen la computación de borde, blockchain, internet de las cosas, las realidades virtual y aumentada o el metaverso.

Con margen para el optimismo

Persisten una serie de obstáculos, algunos de ellos paradójicos. Por ejemplo, la escasez de capital humano en determinadas competencias es más acuciante, curiosamente debido a la alta calidad del talento regional, cada vez más demandado -combinado con el trabajo remoto- por empresas internacionales. Otros son históricos: la falta de recursos financieros o la dificultad de integrar las nuevas tecnologías en el panorama de IT existente. El 88% entiende que estas barreras se pueden esquivar con el socio tecnológico adecuado, uno que no solo tenga experiencia probada en el despliegue de herramientas innovadoras, sino que también esté alineado a los valores y los propósitos de la organización.

Los resultados obtenidos hasta el momento nos permiten una visión positiva de cara al futuro: un 90% aseguró que las tecnologías emergentes aportarán al éxito de sus organizaciones en el futuro, un 87% afirmó que haberles sacado provecho en los últimos dos años y el 88% consideró que los beneficios obtenidos justifican el monto de la inversión. Las mejoras visibles alcanzaron la reputación de marca, una mayor retención de clientes o un incremento en la rentabilidad. Los beneficios potenciales van mucho más allá.

Por eso, mi última reflexión no puede evitar la redundancia: las tecnologías emergentes son la llave para potenciar a Latinoamérica como una economía emergente.