La inteligencia artificial (IA) en Latinoamérica deja atrás la etapa de promesa y se consolida como una realidad estratégica en el mundo empresarial. Así lo demuestra el reciente Estudio sobre Inteligencia Artificial en América Latina 2025, elaborado por NTT DATA y MIT Technology Review en español.
El informe, que es una hoja de ruta para entender dónde están paradas las empresas y cuáles son los próximos desafíos de cara al futuro, revela una aceleración significativa en la adopción de estas tecnologías en la región.
Por un lado, el uso de la IA tradicional creció un 25% en tan solo un año y se afianza como una herramienta fundamental para dar apoyo a los procesos críticos del negocio.
Su adopción plena encuentra aún algunos desafíos en el camino, como la escasez de talento especializado o la necesidad de una infraestructura de datos robusta.
Pero esto no impide que esta tecnología ya sea un motor clave en sectores como banca, retail y manufactura, en los que se aplica fundamentalmente para optimizar la eficiencia operativa, mejorar la toma de decisiones informadas y reducir costos.
IA generativa: de la periferia a la estrategia
Por otro lado, la IA generativa, luego de su aparición disruptiva que desafió las reglas de juego en el mercado, exhibe un crecimiento vertiginoso: en apenas un año y medio alcanzó niveles de implementación iniciales comparables con los de la IA tradicional.
De acuerdo al estudio, casi el 72% de las empresas de la región se encuentra en las primeras fases de adopción, más del 43% hace sus implementaciones iniciales y más del 28% está en etapa de exploración (realizaron investigaciones preliminares, pero no desplegaron ninguna solución). Un 9% está en “implementación avanzada” y poco menos del 6% se considera líder en su adopción.
Sin embargo, hasta el momento, su uso continúa limitado a áreas más periféricas. Áreas como marketing, servicio al cliente y generación de contenido son las que más aprovechan su valor y su capacidad para personalizar experiencias y automatizar tareas creativas.
Por lo tanto, su verdadero potencial transformador apenas comienza a desplegarse. Esto se debe a que persisten barreras como la incertidumbre en su retorno de inversión, la integración con sistemas existentes y la preocupación por la calidad y seguridad de los datos. El próximo desafío: resolver estas cuestiones para confiarle operaciones críticas.
Nuevos paradigmas de cara al futuro
Este año estamos ante un nuevo punto de inflexión: la consolidación del paradigma Agentic AI: agentes inteligentes y autónomos capaces de ejecutar casos de negocio de manera flexible y adaptativa, aún situaciones complejas, sin necesidad de estar programados para eso.
En la medida en que las empresas confíen más en estos modelos, la IA generativa se irá trasladando necesaria y progresivamente hacia funciones más estratégicas.
En conclusión, la IA tradicional y la IA generativa no son herramientas de apoyo, sino motores de transformación. Así lo cree prácticamente el total de los encuestados, que considera que estas tecnologías tendrán un impacto alto o medio a la hora de revolucionar su negocio. También casi todos las tienen en cuenta: apenas un 3% de las empresas carece de planes para adoptar en el corto plazo la IA tradicional y un 16% señala lo mismo con la IA generativa (a modo comparativo, en 2023 esa cifra era del 25%).
A pesar de todos los avances, la revolución de la IA en la región recién comienza. Las empresas que logren anticiparse a este cambio, resolver los desafíos y obtener valor de esta tecnología lograrán ventajas competitivas en este viaje a toda velocidad hacia el futuro de los negocios.