Uno de los caminos que permiten alcanzar el éxito en un proyecto de marca es contar con líderes que fomenten la con-fianza, transparencia y los logros colectivos.
La coherencia y la consistencia son dos valores clave para el éxito de un proyecto de marca. Los mensajes clave que hacen al propósito, a los valores, a la identidad, a la transparencia y a la reputación de la organización deben llegar con fuerza a la sociedad, pero, para eso, deben fluir primero hacia el interior de la propia compañía
Cada colaborador debe ser un verdadero embajador, tanto en el plano formal como en el informal. Desde unas opiniones vertidas en un medio de comunicación o una presentación en foros y congresos hasta cada reunión con un prospecto o cada punto de interacción con un cliente, todo representa una oportunidad para dejar bien en alto el nombre de la organización.
Y no solo eso: la tarjeta personal, la firma en los medios electrónicos, los presupuestos que se entregan y hasta los documentos de circulación interna son a su vez herramientas y oportunidades para aplicar los lineamientos consensuados en la empresa: una única imagen, siempre.
Uno de los caminos para alcanzar todos estos objetivos consiste en promover los liderazgos conectivos, es decir, aquellos capaces de gestionar relaciones sólidas con cada uno de los miembros de la organización, más allá de quienes integran su área o del rol que cada persona ocupa. Para un líder conectivo, los resultados del equipo están por encima de los individuales: por eso habilitan el pensamiento en red y la conexión de ideas y conocimientos.
Este tipo de liderazgos, fuertemente centrados en las personas, impulsan otros beneficios ligados al mundo del branding y del marketing. En principio, promueve una evolución desde los modelos jerárquicos hacia esquemas más colaborativos, de forma tal que lo que siempre se consideró una “bajada” o una construcción inherente a estas áreas ahora se convierte en una tarea colectiva y, por lo tanto, adoptada con mayores niveles de compromiso.
Una estrategia sólida ayuda a crear una marca poderosa. Pero una que cuenta con el engagement de todos los integrantes de la organización, es invencible.